El glaucoma pseudoexfoliativo (GPEX) es una forma secundaria y frecuente de glaucoma de ángulo abierto, con una elevada prevalencia en personas mayores de 60 años. Se estima que representa entre el 20 % y el 25 % de todos los casos de glaucoma a nivel mundial, aunque su incidencia varía según factores genéticos y geográficos. Dada su naturaleza progresiva y potencialmente ceguera, resulta crucial comprender sus mecanismos, factores de riesgo y estrategias de diagnóstico y tratamiento.

¿Qué es el glaucoma pseudoexfoliativo?
El glaucoma pseudoexfoliativo, en inglés “pseudoexfoliation glaucoma”, es una enfermedad ocular crónica que se desarrolla como consecuencia del síndrome pseudoexfoliativo (PEX), un trastorno sistémico de origen fibrilopático caracterizado por la producción y acumulación de material extracelular fibrilar en diversos tejidos oculares, especialmente en la cápsula anterior del cristalino, la malla trabecular, el iris y otras estructuras del segmento anterior del ojo.
Esta acumulación de diminutos depósitos escamosos en la superficie del cristalino del ojo impide el drenaje normal del humor acuoso, lo que genera un aumento sostenido de la presión intraocular (PIO), y con el tiempo, daño progresivo del nervio óptico.
Estudios como el realizado por Schlötzer-Schrehardt y Naumann (2006) han descrito en profundidad los componentes moleculares del material pseudoexfoliativo, relacionándolos con alteraciones en el metabolismo de proteínas de la matriz extracelular.
Causas del glaucoma pseudoexfoliativo
Aunque los mecanismos etiopatogénicos no se comprenden por completo, la evidencia actual sugiere una interacción entre factores genéticos, ambientales y oxidativos.
Entre los factores de riesgo más relevantes se encuentran:
- Exposición solar crónica y estrés oxidativo: se ha sugerido que la radiación UV y el deterioro de los sistemas antioxidantes endógenos podrían contribuir a la formación del material pseudoexfoliativo.
- Edad avanzada: mayor prevalencia a partir de los 60 años.
- Predisposición genética: la mutación del gen LOXL1 se ha asociado con un riesgo significativamente mayor de desarrollar PEX, como revelaron los estudios del Blue Mountains Eye Study y el Icelandic Reykjavik Eye Study.
- Factores étnicos: mayor prevalencia en poblaciones del norte de Europa, países bálticos y Mediterráneo oriental.
Síntomas y detección temprana
El principal desafío del glaucoma pseudoexfoliativo es que suele ser asintomático en sus fases iniciales. Cuando aparecen síntomas, el daño al nervio óptico ya suele estar instaurado.
Los síntomas más comunes en etapas avanzadas incluyen:
- Pérdida lenta y progresiva de la visión periférica.
- Halos alrededor de las luces.
- Visión borrosa.
- Dolor ocular o sensación de presión en fases agudas.
Diagnóstico y pruebas
Dado su carácter silencioso, el diagnóstico precoz requiere un examen oftalmológico exhaustivo, especialmente en pacientes con factores de riesgo conocidos.
Las pruebas diagnósticas incluyen:
- Tonometría: medición de la presión intraocular.
- Biomicroscopía con lámpara de hendidura: permite detectar el material pseudoexfoliativo en la cápsula del cristalino o en la pupila.
- Gonioscopia: evaluación del ángulo iridocorneal.
- Oftalmoscopia del nervio óptico: detección de signos de daño glaucomatoso.
- Paquimetría y campimetría visual: determinación del grosor corneal y evaluación del campo visual.
Opciones de tratamiento
El objetivo principal del tratamiento es reducir la presión intraocular y prevenir el daño progresivo del nervio óptico.
Las opciones terapéuticas incluyen:
- Tratamiento farmacológico: colirios hipotensores como análogos de prostaglandinas, inhibidores de la anhidrasa carbónica y betabloqueantes. Sin embargo, los pacientes con GPEX pueden responder peor a la monoterapia que los pacientes con glaucoma primario.
- Láser trabeculoplastia selectiva (SLT): técnica de primera línea en muchos casos debido a su buena respuesta inicial. Estudios como el GLAUX trial (2013) avalan su eficacia en PEX con presiones elevadas.
- Cirugía filtrante: técnicas como la trabeculectomía o el uso de dispositivos de drenaje (valvas o stents) se reservan para casos refractarios al tratamiento médico y láser.
¿Se puede prevenir el glaucoma pseudoexfoliativo?
Actualmente no existe una forma eficaz de prevenir el síndrome pseudoexfoliativo ni el glaucoma asociado. Sin embargo, la detección precoz y el seguimiento estrecho en pacientes de riesgo son esenciales para prevenir la progresión hacia la ceguera.
¿Es hereditario el glaucoma pseudoexfoliativo?
Sí. Se han identificado polimorfismos genéticos, especialmente en el gen LOXL1, que incrementan el riesgo de desarrollar esta enfermedad, aunque no determinan su aparición de forma exclusiva.
¿Se puede prevenir el glaucoma pseudoexfoliativo?
Desafortunadamente, no hay una forma infalible de prevenirlo. Los exámenes oculares regulares y la detección temprana son clave para manejar la condición de manera efectiva.
¿Con qué frecuencia debo hacerme revisiones oculares?
A partir de los 40 años, se recomienda un examen oftalmológico completo cada 1-2 años, especialmente en personas con antecedentes familiares o factores de riesgo.
¿Puede el glaucoma pseudoexfoliativo causar ceguera?
Sí. Si no se diagnostica ni trata adecuadamente, puede provocar pérdida irreversible de la visión.
¿Existen cambios en el estilo de vida que puedan ayudar a controlar el glaucoma pseudoexfoliativo?
Aunque no sustituyen el tratamiento médico, hábitos saludables como evitar la exposición solar sin protección ocular, controlar la presión arterial y seguir una dieta rica en antioxidantes pueden contribuir a mantener la salud ocular.
No pierdas de vista
El glaucoma pseudoexfoliativo es una patología compleja y de manejo clínico exigente. La clave está en la detección temprana, el seguimiento personalizado y el tratamiento oportuno. Si tienes más de 60 años o antecedentes familiares de glaucoma, consulta con un especialista para una valoración oftalmológica completa. La prevención y el diagnóstico precoz son tus mejores aliados para preservar tu visión.


